Afrontar la vejez en Colombia se ha convertido en todo un desafío. Según la conclusión de un informe de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Sabana y la Asociación Colombiana de Gerontología y Geriatría, para 2020 habrá dos adultos mayores por cada adolescente, pero sus condiciones de vida serán preocupantes. Los datos afirman que 40% de los adultos mayores tienen un PERFIL DEPRESIVO, pues tienen que soportar pobreza extrema, violencia, maltrato y abusos.
Luego de consultar a 30.000 adultos mayores de 250 municipios de Colombia, se demostró que el 9,3% de ellos viven solos, y en Bogotá esa cifra asciende al 11%. La situación no es nada prometedora porque a pesar de que desde 1982 hasta la actualidad se han formado 2.000 gerontólogos, tan sólo un 4% de ellos trabaja. Es decir, Colombia dispone de 80 geriatras para atender a una población que, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), asciende a 5.750.000 PERSONAS DE LA TERCERA EDAD.
Un estudio de la Fundación Saldarriaga Concha, comprobó que la ENFERMEDAD ISQUÉMICA DEL CORAZÓN es la que más sufren personas de la tercera edad en el país, pues la padecen el 20 % de los hombres y el 18.8% de las mujeres mayores de 60 años. Le siguen LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS EN LAS VÍAS RESPIRATORIAS con una prevalencia de 9.5% en hombres y 12.1% en mujeres, ENFERMEDADES CEREBROVASCULARES en 9.4% hombres y 7.9% mujeres, HIPERTENSIÓN en 4.6% hombres y 6.6% mujeres y DIABETES en 4.2% hombres y 5.3% mujeres.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), asegura que la mortalidad en la población mayor puede atribuirse a enfermedades de larga duración como el cáncer, las afecciones respiratorias crónicas, las cardiopatías, las enfermedades osteomusculares como ARTRITIS y osteoporosis, y los trastornos mentales y neurológicos. De estas dos últimas proviene otro de los grandes males de la población mayor del país: la depresión, que está presente en 40% de los adultos mayores debido a extremas condiciones de pobreza, violencia, maltrato y abusos.
También la exclusión tiene consecuencias, porque el esquema de trabajo colombiano no es el ideal para un adulto mayor, suelen caer muy rápido en la obsolescencia y esto genera un impacto psicológico, pues según afirma el informe “para muchos, tener 60 años o más no es sinónimo de ser una persona vieja. Por ello, numerosos adultos mayores caen en depresión, pues se sienten excluidos, inútiles, inservibles y como una carga para sus familias y para la sociedad en general.
Para mejorar la condición de vida de la población de tercera edad en Colombia, el informe propone aumentar la cobertura y el acceso al sistema de pensiones, robustecer las redes familiares y sociales para que los adultos mayores no tengan que estar solos, y trabajar de la mano con los servicios de enfermería del país para capacitar al profesionales en enfermería, acompañamiento y cuidado de adultos mayores.