Una vez que el Alzheimer o algún tipo de demencia aparecen, ya no hay vuelta atrás, el diagnóstico es irreversible, lo importante es retrasar su evolución a fin de conservar las facultades cognitivas del paciente, para mejorar su diagnóstico y que como adulto mayor pueda mantenerse autónomo por más tiempo, incluso aunque disponga de un servicio de enfermería a domicilio.
La estimulación cognitiva de un paciente con demencia o Alzheimer, puede hacerse a través de artística, manualidades, actividades físicas y recreativas al aire libre, deportes de bajo impacto, juegos de mesa como memoria, ajedrez y cartas, y las relaciones interpersonales. Lo ideal es encontrar las actividades que más le agraden al paciente, porque así lograrán captar mejor su atención.
A continuación te presentamos una serie de actividades según el área cognitiva que favorecen:
1.- Memoria: para ejercitar memoria reciente y memoria lejana.
Repetición y memorización de números o palabras.
Juegos de memoria con fichas o imágenes distintas.
Ejercicios para recordar acontecimientos y noticias.
Recordar hechos cotidianos como la comida o lo que se hizo el día anterior.
Recordar y preparar sus recetas culinarias favoritas.
Evocar recuerdos remotos apoyándose en fotos, canciones o frases hechas. Así se ejercita la memoria biográfica y datos personales del paciente, como nombres de familiares, número de teléfono o lugar en el que vive.
2.- Orientación: mejorar y mantener la orientación temporal, espacial y personal.
Orientación temporal: preguntar el mes, año, día o estación en curso y por días festivos específicos.
Orientación espacial: preguntar sobre la ciudad, barrio o incluso el domicilio en el que se encuentra.
Orientación personal: preguntar su nombre, fecha y lugar de nacimiento, estado civil.
3.- Lenguaje: optimizar la capacidad de lenguaje oral y escrito.
Ejercicios de lectura y escritura. Dictados, copias o descripciones de frases, palabras o sílabas.
Asociación de palabras y armar familias de palabras.
Completar palabras.
Ejercicios de repetición de palabras, letras, frases o números. La repetición es vital en pacientes con mayor deterioro cognitivo.
Nombrar los objetos de uso cotidiano, incluso de la comida que hay en la mesa.
4.- Percepción multisensorial: ejercita la percepción y reconocimiento de formas, características físicas, personas y objetos, de forma visual, táctil y auditiva.
Reconocimiento de letras y números en relieve.
Tocar objetos cotidianos para reconocerlos.
Reconocer e imitar sonidos. Imitar sonidos de objetos cotidianos o animales.
Reconocimiento facial de familiares, conocidos y de personajes famosos.
Reconocimiento de colores. Nombre de los colores, asociar los objetos con su color tradicional.
Reconocer imágenes gráficas, mediante asociación de imágenes y palabras, fotografías, letras, números. Apoyarse en láminas para el reconocimiento de objetos cotidianos.
5.- Motricidad: trabaja la capacidad de praxis y motricidad del paciente.
i class=”fa fa-check”> Unir puntos numerados para completar un dibujo.
Dar objetos cotidianos al paciente y preguntarle sobre su nombre, función y uso.
Pedirle que dibuje elementos cotidianos como un teléfono, un árbol o una casa.
Pintar algo de su gusto.
Solicitar al paciente clasificar y servir los ingredientes de una receta culinaria según sus proporciones.
Pedir colaboración al paciente para hacer alguna manualidad e incluso manufacturar o reparar algún mueble u objeto del hogar.
6.- Autoestima: estimula el amor, respeto y valoración del paciente por sí mismo.
Caminatas al aire libre para oxigenar su cerebro y sentirse activo.
Ejercicios aeróbicos de bajo impacto que le ayuden a mantener su fuerza y resistencia.
Pedirle barrer las hojas del jardín o tareas sencillas de hogar, le harán sentirse útil e incluso necesario.
Llevarle a reuniones familiares o con amigos para preservar sus relaciones interpersonales.