El Alzheimer, es un tipo de demencia degenerativa e irreversible en la cual el adulto mayor va perdiendo sus capacidades cognitivas, presentando un deterioro del funcionamiento mental que puede llegar a convertirle en alguien completamente dependiente para sobrevivir. Suele presentarse en personas de 60 años en adelante a causa del envejecimiento de las células cerebrales.
Al principio, la persona afectada muestra ligeros despistes, pero el Alzheimer sigue su progreso silencioso, y los despistes se convierten en incapacidad para recordar eventos recientes o el nombre de los hijos y hasta su propio nombre. Puede llegar a provocar confusión mental, dificultad en la toma de decisiones, desorientación espacial, dificultades de comunicación, deterioro intelectual y pérdida de memoria. Así, en el transcurso del tiempo, llegará la dificultad para reconocer un rostro o para expresar y pronunciar ideas.
Conductas agresivas, desinhibición extrema, negatividad, intrusividad y alteración del estado de ánimo, son comunes en el adulto mayor con Alzheimer. Estos síntomas están estrechamente relacionados con la tercera edad, siendo especialmente habituales a partir de los 85 años, de hecho, el 50% de los individuos que superan esa edad presentan síntomas, aunque pueden aparecer desde los 65 años.
Es posible sufrir de un deterioro cognitivo leve sin llegar a padecer Alzheimer, pero en los casos en los que sí se padece, esta enfermedad reduce considerablemente la calidad de vida. En casos graves y severos los pacientes no son capaces de realizar actividades básicas, como comer, bañarse o vestirse, y lo recomendable es recurrir a un servicio de enfermería a domicilio, pues resulta extremadamente agotador que un familiar asuma el completo cuidado de un paciente con este padecimiento, cuando el cuidador es familia suele descuidarse y esto afecta su propia salud.
Como toda enfermedad degenerativa, el Alzheimer es irreversible e incurable, no es posible frenar su avance, pero con una buena terapia farmacológica, se puede retardar su evolución, reducir sus síntomas, mejorar la función cognitiva y frenar ciertos procesos metabólicos, que se cree aceleran el proceso degenerativo producto de este tipo de demencia.
Para prevenir el Alzheimer, es fundamental mantener el bienestar del organismo practicando ejercicio de forma rutinaria y tener una dieta saludable rica vegetales y frutas, pues se ha demostrado que el excesivo consumo de grasas saturadas es un importante factor de riesgo. Además, es vital controlar otro tipo de enfermedades que pueden ser factor de riesgo, como la diabetes. Los especialistas recomiendan acudir con frecuencia a controlarse la tensión arterial y evitar fumar.
En Cuidados Dorothea ponemos a su disposición profesionales altamente calificados para la asistencia y cuidado diario de pacientes con Alzheimer o demencias de cualquier tipo. Si desea información acerca de nuestro servicio de enfermería y acompañamiento a domicilio en Bogotá, no dude en contactarnos, adaptamos nuestra propuesta de servicio a su presupuesto y necesidades.